Los sueños de Hermes

¡Qué difícil resulta volver a soñar! Y más cuando el otium ha sido tan breve! Pues las misiones de Zeus no son todas públicas y visibles… Pero si alguna alegría tiene el estar a las ordenes del dios de dioses, está es sin duda el estar siempre dispuesto a seguir soñando…

Pero, Hermes, sueña ya! Saluda al nuevo curso de tu querida Domus Baebia, respalda con la fuerza de tu báculo la reivindicación del latín, insufla ánimos a los nuevos αιγιαλοι que comienzan a balbucear la lengua griega cual simpáticos bebes griegos, junto a Navtica protege a los alumnos blogueros y a quienes tienen la fortuna de conocer los Fundamentos Léxicos, aunque todavía no vistan a la micénica manera o calcen unos krepidoi griegos…

Con la llegada de Autumnus arriba la época de los reencuentros, aunque alguno de ellos sea una erecta sorpresa…, arriba la época de los acueductos por los que el agua todavía intenta fluir, quién sabe si desde la romana Astorga hasta el renovado Aqueronte…, tal vez se desliza cual herméticas serpientes el momento de pasear por la Cuenca romana y rendir el debido culto a la exótica Cibeles o de buscar la fabulosa Atlántida…

Oh, ya vuelvo a ver en mis sueños entre el cuerpo desnudo de los dioses a mi querido Dionisos de prematuro nacimiento, reptan entre ellos las cuatro historias borgianas al son de rap helénico de Deka, siseando a quien quiere escucharlas la programación de Roma aeterna.

Dichosos sueños son estos, pues con ellos comparto dicha con la sombra de Neo, amigo de Morfeo, y con la inteligente y bella Dánae Baetica. Va por vosotros!